Le Merle Blanc (Amores perros)

He estado ausente varios días, lo sé... Y no es que haya tenido falta de porros, sino que hay otra razón con más peso para no haberlo hecho; La perra se ha enamorado.

De todas maneras, creo que HOY era el día de volver a escribir. Porque HOY hace 30 días exactos desde que conocí a mi perro. -Bueno, yo lo veo más como a mi Mirlo Blanco-

A veces me resulta difícil creerme que haya encontrado a un espejo para mí. Al fin!
Y también es difícil pensar que sólo hace 30 días de eso... A mí se me hacen más; todo en él me resulta “familiar”, y a las pruebas me remito: en 30 días he tenido cuatro deja vu con él.

Pero a pesar de que a mi me dé un poco de vértigo esta situación, creo firmemente en la reencarnación y me gusta pensar que ya nos conocimos en otra vida

Él mismo ha tildado a esta relación de “intensa”.

A veces creo q todo esta conectado...

Y aunque esto no sea un cuento de Disney, a mi se me recuerda mucho a un shonen ai.
Mi propio shonen.

Día 3 de Mayo:

Un olfato muy fino de perra me llevó hasta él. Lo encontré en un callejón frío de almas solitarias, y allí estaba él... Sólo...y esperándome.

¿Demasiado perfecto para ser real?
Puede... Aún no lo sé...

El caso es que comencé a pasear por las calles cibernéticas junto a él. Podía sentir como me estaba enamorando... Y mi instinto me decía que él también.
Un día, dijo una palabra y quedé aturdida. Tenía miedo, había sido una perra maltratada con la que el destino jugaba a una divertida partida de risk. Y ahora ya no confiaba en ninguna mano.

Me dolía la tanto idea de que esto sólo fuera un espejismo una vez más que no pude reprimir las ganas de llorar. Fueron lágrimas que dejaron tras de sí una estela cargada de miedo. Temblaba. De nuevo estaba en juego mi corazón...

Pero, cada día, él amansaba mis miedos con suaves ladridos y soltaba un poco más mis cadenas...
Me hizo caer en la cuenta de que yo no era la valiente guerrera que me creía... Me abrió los ojos y me di cuenta de que al más mínimo peligro, salía corriendo con el rabo entre las patas...

Él entrenó mi espíritu y me convertí en una samurai; Cortaba mis demonios con una catana, y nada me frenaba...

Poco a poco fui perdiendo el miedo y comencé a creerme un poco más aquello. Tanto, tanto que me lancé al vacío y le conocí.

Decidí mirar cara a cara al destino y gritarle: “ESTA ES MI REACCIÓN ANTE EL ABUSO; QUE TE JODAN!!!”

Día 14 de Mayo:

Ese día los Dioses decidieron sonreírme y lo imposible dejó de serlo.
Ese día dejé de vagar sola por las calles.

Ese día conocí al perro de suave pelaje que terminó de llevarse mi corazón. Y se lo llevó para mimarlo y darle lametones de regaliz en sus cicatrices.

Durante los días siguientes pasó algo curioso; veía como otros perros recelosos me miraban e intentaban liarme...


Esta vez es en serio, me he lanzado a ello por encima de todo. Y me ha gustado hacerlo.
Cada día me convenzo más de que él es lo que tanto buscaba y no encontraba por ninguna parte. Me lo demuestra día a día...
Hasta el momento, no ha conseguido defraudarme.

Me siento viva, orgullosa y realizada.
Y es que ya he marcado mi territorio... Ahora, YO soy SU perra.

Créditos

Me he convertido en una auténtica perra de pelea, pero esta guerra no habría sido posible sin mis otros dos lados de la balanza. Quienes me equilibran. Mi Séptimo de Caballería.

Dos verdaderas perras a las cuales debo muchos ladridos de agradecimiento...
Soy adicta a vosotras y quiero seguir teniendo vuestros ladridos retumbando en esta cabecita eternamente.

Pilares como ninguno.
Espejos.
Perfectas.