domingo, 28 de diciembre de 2008

¿Cómo saber cuándo se es maduro?

Me encantaría ser madura.
Me encantaría saber afrontar cada situación de la manera correcta.

Y aunque en mi mente me vea como alguien casi maduro,
en ciertas situaciones soy como una niña pequeña.

Caprichosa.

Muchas veces me digo a mi misma que mis dos grandes defectos es que soy demasiado emocional y demasiado sensible.

Me falta objetividad. Mucha objetividad.

Y es eso lo que quizás me hace ser caprichosa...

No quiero amoldarme, quiero que se amolden a mi.
¿Egoísta? Puede...

Pero no soy sólo una egoísta caprichosa emocional sensible, soy muchas otras cosas.
Y buenas además...
Es por eso que me escudo con el pensamiento de "si doy x quiero recibir x".

Pero claro, sé que la gente no es yo, ni que yo soy la gente.
Todos, absolutamente todos somos diferentes.

No existen las gotas de agua en este mundo.

Pero yo me empeño en buscarlas...

Niña caprichosa, ¿cuánto tendrás que sufrir?

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