En poco tiempo un cambio más ha llegado;
mi querido desastre ha abandonado de forma definitiva su nido y ha volado hacia el mio.
Y esta nueva etapa de adaptación no es quizás del color rosa cursi que debería ser. No es mala, pero digamos que aún necesitamos más adaptación. Yo, por mi lado, acostumbrada a vivir en mi burbuja, creo que necesitaré muchas sesiones de yoga ya que voy a necesitar grandes dosis de flexibilidad y autocontrol.
Y él... ¡ay, él! ¿Qué decir de él? Él es como es... pero siento que en la vida conseguiré a otro hombre mejor. Su parte mala me pone de los nervios hasta el punto de querer tirarlo por el balcón, pero hay que ver lo PERFECTO que es...Es un HOMBRE. Y cómo aguanta mis resongos! Tiene una paciencia como un elefante de grande.
Ojalá que pronto encontremos el equilibrio de nuestra relación para así poder tenerle bajo mis sábanas por muuuuchos muchos años.
Ojalá que pronto encontremos el equilibrio de nuestra relación para así poder tenerle bajo mis sábanas por muuuuchos muchos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario