viernes, 18 de abril de 2008

Let's get japanese

Shinichiro Watanabe, creador de dos grandes series y dos grandes personajes, ha pasado a ser mi director fetiche. Ya forma parte de mi lista de deidades, esta por encima del bien y del mal.
Es un Dios. Un Einstein del anime.

Antes que hablar sobre mi "moe" por Spike Spiegel y Mugen, quiero ahondar un poco sobre sus dos grandes obras.


Vayamos por orden cronológico:

Contrarios

Lo que marca la diferencia entre ellas es el escenario:
El argumento y el tiempo en que ocurren no tienen concordancia.


En 1998, la televisión japonesa comenzó a emitir Cowboy Bebop.
Un anime que trascurre en el año 2071. Sus escenarios son futuristas pero trasmiten un sentimiento cercano. Se podría definir, tal y como dice wikipedia, "un futuro con toques cosmopolitas" que cuenta las aventuras de un grupo de cazarecompensas formado por Spike Spiegel (babas), Jet black, Faye Valentine, la hacker Edo y Ein (a mi me gusta pensar que Shinichiro se lo montó bien y bautizó a la mascota del grupo con un disminutivo de "Einstein").

No me había dado cuenta, pero hay otro dato que aporta wikipedia y que es cierto: "se mezclan el cine Western clásico y el cine negro de los años 40-50".



Por otro lado, en el 2004, empezó a emitirse en japón su segunda obra -y mi preferida- Samurai Champloo.
Esta vez hablamos de un anime ambientado en la época Edo que cuenta la historia de tres personajes que buscan al samurai que huele como los girasoles. Sus protagonistas son Fuu, Mugen (babas) y Jin.
La vi en Cuatro, y desde el primer capítulo me enamoró. Recuerdo que contaba las horas del día para poder volver a verla... ¿Y en el último capítulo? Ahí ya ni cuento... hasta lloré! jajajaja (Y yo no soy de lágrima fácil para esas cosas...)
Por increíble que parezca, no puedo hablar mucho sobre esta serie. Simplemente, no tengo palabras. Es magnífica.

Iguales

Son dos animes con muchísima acción y mucho estilo propio.
Diferentes a gran escala, pero iguales en esencia.
Perfectos.

El equilibrio y la armonía que Shinichiro Watanabe logra en los dos animes entre los opuestos como el futuro y el presente, el pasado y el presente, lo antiguo y lo moderno, es simplemente brutal.


Watanabe no sólo creó dos magníficas historias, sino que encima las matizó con buenos gráficos, buena coreografía y muy buen sonido.
De eso vamos a hablar ahora.

Mientras que en Cowboy Bebop la música que ambienta el entorno es jazz añejo, en Samurai Champloo se marca el ritmo a golpe de mezclas de Hip hop. Estilos musicales totalmente distintos, pero que encajan a la perfección con los toques urbanos de las dos series.
Y, quien me conoce bien -musicalmente hablando-, sabe que me pirra el buen jazz. Como melómana consumada no tendría ni una sola queja en cuanto a la música, ni una sola mala palabra.
Maravilloso trabajo.

Antes hablaba de acción, pasemos a ello;
Sin intensión de menospreciar ningún combate, he de decir que los combates que protagonizan Mugen y Spike son sublimes. Shinichiro siguió "con su manía" de mezclar y decidió que estos dos maravillosos caballeros, deberían luchar mezclando el antiguo arte de la lucha con la capoeira y el breackdance (héchale huevos...), y todo esto con la guinda del pastel: una sensación de agilidad y rapidez fascinantes.


Como creo que aún no he demostrado suficientemente mi admiración por este gran señor, por sus dos grandes obras y por estos dos bribones que me robaron el corazón, quiero recordar la comparación que hice anteriormente con Einstein.
Quien haya visto o vaya a ver las series me comprenderá a la perfección. Comprenderá que en este caso la teoría del Universo Elegante cobra vida propia.

Pero, lo más importante, aún no he presentado a mis dos amores platónicos:

Mugen


Spike Spiegel


Aaaaainss...
Antes de morir deshidratada por la excesiva salivación quiero decir que:

Los adoro!
Los quiero!
Y los amo!!


"Are you living in the real world?"
Je, qué absurdo... enamorarse de algo irreal...
Nunca aprenderé.

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